lunes, 28 de noviembre de 2011

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Haraway toma de su bagaje científico y se convierte en la observadora y testigo de una tendencia en la sociedad actual y no puede silenciar lo que ve. En Un Manifiesto Ciborg, Haraway usa la metáfora del cyborg para ofrecer una estrategia política para los intereses aparentemente disparatados del socialismo y el feminismo. Primeramente, introduce y define el “ciborg” en cuatro partes. Un ciborg es:
Híbrido de máquina y organismo
Criatura de realidad social vivida
Criatura de ficción

En este ensayo, Haraway también trata un par de formas de feminismo populares durante los 80. Como feminista postmoderna, argumenta en contra del esencialismo - que es “cualquier teoría que declare identificar una causa o constitución de identidad de género o patriarcado universal, transhistórica y necesaria” (Epistemología Feminista, 2006). Tales teorías, argumenta Haraway, excluyen a las mujeres que no se conforman a la teoría y las segregan de las “mujeres reales” o las representan como inferiores. Otra forma de feminismo que Haraway disputa es “un modelo jurisprudencial de feminismo popularizado por la estudiosa legal y marxista Catharine MacKinnon” (Burow-Flak, 2000) que luchó para hacer ilegal la pornografía en los 80, a la cuál ella consideró una forma de discurso del odio. Haraway argumenta que el feminismo radical de MacKinnon asimila todas las experiencias de las mujeres en una identidad particular que incorpora las ideologías occidentales que contribuyen a la opresión de las mujeres. Escribe: “Es factual y políticamente erróneo asimilar todos los 'momentos' o 'conversaciones' diversos en la política femenina reciente nombrada como feminismo radical a la versión de MacKinnon” (158).

De acuerdo con Haraway en su Manifiesto, "No hay nada acerca de ser hembra que una naturalmente a las mujeres. Ni siquiera existe tal estado como el de 'ser' hembra, que de por sí es una categoría altamente compleja construida en discursos científicos sexuales debatidos y otras prácticas sociales" (155). Un ciborg, por otro lado, no requiere una identidad estable y esencialista, argumenta Haraway, y las mujeres deberían considerar crear coaliciones basadas en "afinidad" en vez de identidad. Para dar base a su argumento, Haraway analiza la frase "mujeres de color", sugiriéndola como una categoría posible de política de afinidades (Senft, 2001). Usando un término acuñado por la teórica Chela Sandoval, Haraway escribe que "la “consciencia oposicional” es comparable con la política de ciborg, ya que en vez de la identidad enfatiza cómo la afinidad resulta de la otredad, diferencia y especificidad" (156).

La idea es modificar el propio pensamiento de individuos aislados al pensamiento de la gente como vértices en una red. En este sentido, se puede desarrollar un nexo que no tiene nada que ver con ideales occidentales patriarcales. El “mundo ciborg” ideal de Haraway consiste en gente viviendo junta, sin miedo de su nexo comunal con los animales y las máquinas. “La lucha política es ver desde ambas perspectivas al mismo tiempo, ya que cada una revela tanto dominaciones como posibilidades inimaginables desde el otro punto de vista. La visión sencilla produce peores ilusiones que la visión doble o los monstruos de muchas cabezas” 

martes, 22 de noviembre de 2011

Seminario

HISTORIA POLÍTICA DEL DISTRITO FEDERAL: DE LA CIUDAD DEL PRESIDENTE AL GOBIERNO PROPIO

Durante el Seminario Los Periodistas y el Poder, el profesor Ignacio Marván Laborde señaló que a pesar de los problemas que presenta, la Ciudad de México ha sido capaz de administrarlos en cuestiones de vivienda, ocupación, seguridad, vialidad, ecología. “Gobernar esta ciudad es más que un reto, es una utopía”.

Al abordar el tema “Historia política del Distrito Federal: de la ciudad del presidente al gobierno propio”, en el evento organizado por la Coordinación de Comunicación Social, dijo que en los últimos 40 años el DF ha tenido transformaciones sustanciales en los procesos político, social y económico.

Refirió que a principios de los ochentas se preveía un caos inevitable de los problemas, sin embargo, aunque no han sido resueltos, se han administrado de tal forma que han evitado una desorganización insostenible de la ciudad.

Puntualizó tres grandes etapas de la historia contemporánea de la Ciudad de México. De 1966 a 1987-88 en la época que denominó postrevolucionaria tardía; de 1988 a 1997 la inmersión del país en la transición de la ciudad; de 1997 a la fecha, que es la emergencia de lo local, y la creación de políticas públicas para este nivel que no se daban antes de 1997.

Respecto de la tasa de crecimiento, subrayó que la población pasó de 6.8 millones en 1970 a 9 millones en el 2010; la zona metropolitana en 1970 tenía una tasa de crecimiento del 14 por ciento anual y en la última década es del 5 por ciento.

Afirmó que la estructura económica de la ciudad y el papel que juega en la economía nacional también cambió de manera importante, pasando de tener más del 30 por ciento del Producto Interno Bruto nacional, en 1970, a tener alrededor del 20 por ciento últimamente.

Cambió la estructura de la ocupación, ya que pasó del predominio de la industria de las manufacturas a la tercerización de servicios. “Teníamos un predominio de más del 40 por ciento de producción manufacturera y el 75 por ciento de la población económicamente activa pasó al sector de servicios”.

Expresó que también se dio un cambio entre gobernantes y gobernados al establecerse nuevas bases de legitimidad y representación del gobierno, ya que pasaron de una ausencia absoluta de autoridades representativas de 1928, a una elección de la Asamblea de Representantes y Jefe de Gobierno en 1988.

Asimismo, agregó, se dio la reestructuración de las finanzas públicas locales y la reorientación de los recursos, ya que de la dependencia absoluta de recursos federales se deslizó al financiamiento del gasto con recursos propios, pasando a nuevas condiciones de coordinación fiscal.

“Ante la desatención del gobierno federal de los problemas metropolitanos, el mayor costo entre 1988 al 2006 fue el deterioro metropolitano, nadie se hizo responsable de estas cuestiones”, dijo.

Subrayó que atender las necesidades metropolitanas es un problema que se agudiza y la única manera para resolverlos es cambiar a una concepción metropolitana, “sin embargo la lógica de la democracia actual va en contra de ella y separa las esferas en lugar de articularlas”.

Ignacio Marván Laborde, es licenciado en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México y profesor, investigador y director de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Seminario


Los periodistas y el poder




Al inaugurar el ciclo de conferencias Los periodistas y el poder, organizado por la Coordinación General de Comunicación Social, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet Chemor, destacó que el nacimiento de las redes sociales implica que los ciudadanos ya no estén dispuestos a permanecer inmóviles frente a discursos que “muchas veces son lentos o carecen de compromiso”.


En este sentido, mencionó que por eso el periodista tiene que ser siempre crítico frente al poder. “Tiene que ser siempre un ser que lo desnude para volverlo tan transparente y tan eficaz como lo reclama la sociedad”.


Durante el evento efectuado en el auditorio “Aurora Jiménez de Palacios”, en el edificio E, del Recinto Legislativo de San Lázaro, el diputado Chuayffet Chemor abundó que a través de las redes sociales el ciudadano abraza los mensajes que le impactan y que le invitan a involucrarse emocionalmente, coincidiendo o desechando.


“Más aún, lo que reclama es lo que ha depositado el poder, la falta de transparencia y eficacia en su actuar”, refirió.


Por ello, dijo, la relación entre los periodistas y el poder debe continuar actualizándose. “El ciudadano de hoy ya no se contenta con escuchar o leer reseñas u opiniones, quiere saber qué y cómo se va a hacer lo que le interesa”.
Sostuvo que hoy la sociedad demanda información objetiva de los temas que conforman la agenda política y para atenderla con oportunidad es necesario que quienes tienen esa gran responsabilidad de transmitirla conozcan con profundidad los asuntos que definen las políticas públicas, interpretarlas adecuadamente y estar en posibilidad de prever o alertar sobre sus consecuencias.


Agregó que los profesionales de la generación de opinión saben que su labor implica estar seguros de lo que escriben, de que corresponda con la realidad y, de ser posible, haciéndolo de manera breve e interesante, pero siempre responsable.


Por eso, añadió, este ciclo de conferencias dirigido a quienes están vinculados o interesados en la trascendente labor del periodismo, es muy importante para el país.


“El contenido de las cinco conferencias que habrán de dictarse seguramente será rico y detallado, pues se expondrá con claridad y precisión cada uno de los temas comprometidos. En este evento habrá mucha información útil de parte de los conferenciantes a los integrantes del Poder Legislativo en el Cámara de Diputados y a la opinión pública”, concluyó.


Por su parte, Luis Medina Peña, coordinador del seminario Los periodistas y el poder, explicó que el primer ciclo fue de naturaleza histórica, y en esa medida los historiadores estuvieron sobrerrepresentados.


Este segundo ciclo, mencionó, va enfocado más a cuestiones políticas actuales y por ello predominan los politólogos. “Pero ahora también figuran profesores investigadores de El Colegio de México y del CIDE.


“Nos hemos propuesto integrarlo con temas poco trasteados, fuera de la academia y lejos de la brillante luz de los reflectores de los medios de comunicación pero de vital importancia para nuestra vida política”.


Ahora se incluyeron, dijo, temas relativos a reformas electorales, partidos políticos o integraciones fraccionales de las cámaras del Poder Legislativo y las ONG’s, entre otras.



En la ceremonia de inauguración, el coordinador general de Comunicación Social de la Cámara de Diputados, Miguel López Azuara dio la bienvenida a los asistentes y tras manifestar su beneplácito, deseó éxito a este segundo ciclo de conferencias.




Estuvieron presentes el doctor Fausto Hernández Trillo, primer conferencista, así como representantes de los medios de comunicación.